Material fabricado por primera vez en Inglaterra en 1941, lo primero que debemos saber de este tipo de envases es el material con el que están realizados. Con su denominación inglesa Polyethylene terephtalate (Tereftalato de polietileno), los envases PET pertenecen a un conjunto de materiales sintéticos llamados poliésteres, derivados del petróleo.
Características del plástico pet
Es un material 100% reciclable y no tóxico, pero además es seguro, fuerte, flexible y transparente.
Los usos que se le pueden dar son muy variados, aunque principalmente es usado para fabricar tejidos sintéticos y envases de alimentos (especialmente botellas), también se pueden crear desde carteles publicitarios hasta películas fotográficas.
Otra de las características que tienen los plásticos PET es que pertenecen al grupo de los termoplásticos, es decir, es un material que se ablanda con el calor, por este motivo los métodos para su fabricación y dar su forma, se utilizan tres métodos: soplado, inyección y extrusión.
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Soplado: Este proceso consiste en el uso de aire inyectado para ejercer presión en el interior de un envase PET preformado, expandiéndose según el molde.
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Inyección: En este proceso el termoplástico se funde mediante calor en una máquina llamada inyectora, tras lo cual, el líquido resultante se introduce en los moldes de los envases deseados, para obtener la pieza resultante.
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Extrusión: El plástico en forma de pellet o polvo, se introduce en una tolva que va a dar al extrusor, en donde el plástico se irá haciendo más compacto gracias al calor que se genera y la fricción al estar girando. El material final sale a través de una boquilla que dependiendo de la forma sacará el plástico de una forma u otra.
Proceso de reciclado del plástico pet
A la hora de reciclar este tipo de material, una vez se retira el contenedor destinado a los envases, es transportado a una planta de selección, en donde un separador óptico detectará su longitud de onda y separará solo el plástico PET. A continuación se llevará a una planta de reciclado en la que pasará por varios procesos, triturando el material resultante en escamas que son lavadas y enjuagadas en varias ocasiones. Tras el secado, se destinará para dar forma a otros artículos.
Tratados de la manera correcta, el PET es una opción sostenible, y la mejor alternativa frente al PVC.
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